La vie devant soi
En la ciudad de Belleville, en la sexta planta de un edificio sin ascensor, en casa de Mademe Rosa, una vieja judía que conoció Auschwitz y que hace tiempo hacía la calle en la zona de Blondel, allí vive Momo.
Ella abrió una pensión para los sin familia, esos niños nacidos de la calle, es decir un lugar clandestino donde las mujeres de mala vida abandonan a sus retoños .
Momo que en este momento tiene 10 años, cuenta su vida en casa de Madame Rosa y su amor por la sola madre que él ha conocido, la única que le queda. Esta anciana respetuosa, gorda, viril, fea, sin cabellos que el ama con todo su corazón, incluso más que a su « Paraguas Arthur », un muñeco hecho con un viejo paraguas.
Sus días pasan allí, sin penas ni gloria, en compañía de Moïse y Banania, otros niños con su misma destino.
Cuando Madame Rosa muere, el la maquilla con el mejor lápiz de labios, la rocía con perfume caro, que él ha robado especialmente para ella y se acurruca cerca de ella para morir también.
Es un libro muy triste, me hizo llorar en algunos pasajes, pero en mi opinión, merece estar dentro de la biblioteca.