Nostálgia Navideña
Entramos en la recta final de las vacaciones de Navidad. Nosotros con Leyre las vivimos muy intensamente, no había entrado diciembre y ya quería montar el árbol, luego vino el calendario de adviento, la llegada de Papá Noel....pero una parte de mi echa mucho de menos mis navidades de hace 25 años.
El árbol y el Belén los poníamos en el puente de diciembre. Teníamos uno bastante grande de plástico con sus cabañas, su castañera, sus lavanderas y pescadores.
Todo empezaba el día de la lotería, además de seguir atentas el sorteo como si nos fuese la vida en ello, salíamos a "sembrar estrellas" (poníamos una estrella plateada en la solapa de la gente deseándole Feliz Navidad).
En Nochebuena cenabamos muy temprano escuchando "el discurso del rey" que para mi padre era sagrado. Nuestro menú era de lo más variopinto y era siempre el mismo navidad tras navidad. Mi padre tomaba coliflor y nosotras (mi madre, mi abuela, mi hermana y yo) tomabamos una selección de alcachofas, esparragos y palmitos (los primeros que tomamos nos los trajo mi tía de Francia) junto con patas de marisco y langostinos y de segundo, tortilla de patata para mi hermana y chuletas de cordero para el resto. De postre tomábamos piña que mi padre flambeaba con cointreau. Como había bandeja con dulces en todas las casas a mí no me llamaban mucho la atención y mi madre compraba un cuarto de polvorones que sacaba luego en mayo y para mi era todo un banquete. Después veíamos "Willow" que nunca terminabamos de ver xq a las 12h empezaba la misa del Gallo.
En Nochevieja la cena era igual que la que he contado antes. Jugabamos a las cartas hasta las uvas. Mi hermana y yo siempre teníamos preparados un montón de rituales para la entrada del año. A las 12h tomabamos las uvas y despúes nos dedicábamos a ir a felicitar el año a los vecinos.
En Año Nuevo veíamos el concierto de Año Nuevo con la Orquesta Filarmónica de Viena y soñabamos con asisitir alguna vez a ese elegante concierto. Luego pegadas al televisor veíamos los saltos de sky y después de comer una larga siesta.
La víspera del día 6 ibamos a ver la Cabalgata a Sol, a la vuelta la compra del roscón, tomar un trozo antes de cenar era sagrada y nos acostabamos pronto para que SSMM trabajaran tranquilos.
El día de Reyes abrir los regalos era el momento cumbre del día y nuestra vecina Ascensión nos dejaba algún detallito abandonado en el felpudo de casa. Era un día mágico.
Las navidades de 1997 ya fueron diferentes, mi abuela estaba hospitalizada en la Fuenfría y nos dejó en febrero del año siguiente y en las navidades del 2001 fue la última navidad "feliz", en 2002 mi madre empezó con los primeros sintomas del Alzheimer y ya nada fue como antes.