Tradiciones perdidas
El día de la Purísima, es decir el 8 de diciembre, las hijas de María encargaban a la Hermana Gertrudis una tarta de almendra que posteriormente rifaban.
Dos meses más tarde, concretamente el 2 de Febrero, tenía lugar otra celbración que en otros lugares todavía siguen celebrando con devoción: "la Candelaria", ese día se festeja la Purificación de la Virgen. Se hacía una pequeña procesión con "candelas" o velas y se colocaba la talla del niño encima del altar de la Purísima. La dueña de esta talla era la hermana María Martillo. Se salía por la puerta del cementerio, se daba la vuelta a la iglesia y se volvía por la puerta principal. En la misa al mismo tiempo se ofrecían una tórtola y dos pichones en un cesto y una tarta.
Detalle del cuadro La Presentación del Niño Jesús en el Templo o Purificación de la Virgen.